En lo más profundo de los bosques invernales, donde la nieve cubría los árboles como si fueran pagodas heladas, un lobo negro caminaba solo. Venía de tierras lejanas, con la esperanza de encontrar una llama sagrada que, según las leyendas, devolvía la luz a los corazones cansados.
Durante días avanzó entre viento y silencio, arrastrando sus patas entre la escarcha. Soñaba con la felicidad que le sería otorgada al final del viaje. Al fin, llegó a un claro distinto a los demás.
Allí, entre piedras cubiertas de símbolos que no comprendía, se alzaba un gran roble blanco. En sus ramas, una cabaña de madera surgía del propio tronco. Desde ella, por unos escalones tallados en la madera, bajaba un ratón de campo con un farolillo en las manos. La luz que portaba era cálida, viva, y el lobo supo que había llegado al lugar correcto.
Dentro de la cabaña vivía la Lechuza Real, guardiana de la luz. El lobo la saludó con respeto y le pidió lo que había venido a buscar.
—He recorrido un largo camino —dijo—. He perdido la esperanza. Necesito esa llama para volver a ser feliz.
La Lechuza lo miró en silencio.
—Lo que buscas —dijo por fin— no se encuentra aquí.
—¡Pero vi la luz! ¡El ratón la llevaba consigo!
—Sí. Porque la trajo con él.
La Lechuza se acercó y posó su ala sobre el pecho del lobo.
—Algunos llegan buscando lo que ya llevan dentro. Solo tienen que recordar cómo encenderlo.
El lobo no respondió. Miró el farol del ratón desaparecer entre los árboles. Luego, se quedó allí, en el claro, mientras la nieve seguía cayendo en silencio.
Charlie Marrez
Precioso. Como que si haces una antología ilustrada con estos cuentecitos, te compro 100 para mis sobrinos.
Entonces sigue su aventura verdad, verdad? Demecque no sé helo en ese claro del bosque...
Es hermoso y necesita su aventura y final épico! Jaja, me dieron ganas de adoptarlo y llevármelo a casa y darle un hogar...Que ternura inspira.💖💖💖