¡Hola!
¿Cómo ha ido la semana? Hablando con varias personas me confirman que ha sido intensita en general…
A mi me ayuda dramatizar las situaciones y crear historias sobre ello, así que parte de mi semana, se ha reducido a esto:
⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️
El portón se abre y entro en la amplia sala del trono. A ambos lados, una fila de guardias permanece inmóvil, tiesos como torreones de una fortaleza. Sus armaduras completas y capas blancas relucen bajo la luz que se filtra por los ventanales. Me miran con admiración. He luchado junto a ellos en innumerables batallas; saben perfectamente de lo que soy capaz.
Mis pasos son lentos, firmes, aunque por dentro me siento como un manojo de espaguetis al dente. Miro a mis antiguos compañeros, que inclinan la cabeza en señal de respeto.
El camino hacia el trono se me hace interminable, mucho más largo de lo que recordaba. Cada paso resuena en el silencio de la sala, como si el eco quisiera recordarme todo lo que he dejado atrás. Al acercarme, veo al rey erguido, intentando proyectar una dignidad que hace mucho tiempo perdió. Su rostro está surcado de dudas. No sabe cómo voy a reaccionar, aunque no busco guerra con nadie. Le sonrío, y eso basta para que dé un respingo.
A su derecha esta su nueva mano. Un hombre de corta estatura pero de ambiciones desmesuradas. No le juzgo. Entiendo todo lo que ha hecho en mi ausencia, pero no le envidio. No tiene idea del peso que conlleva ser parte de las decisiones de la corona, ni de las consecuencias que arrastran.
El rey se levanta y me estrecha la mano.
—¡Cuánto tiempo! Espero que estés totalmente recuperado. Te veo bien. —Su tono intenta ser amable, incluso animado, pero le conozco demasiado bien. A mí no me engaña.
—Sí, hace mucho. —respondo, seco—. No estoy bien, pero tenía que venir. Necesitaba verlo todo con mis propios ojos.
—Esperaba que estuvieras listo para la guerra que tenemos en ciernes…
***
Tras la conversación, en la que me dicen que tengo que recuperarme de mis heridas para volver a estar como antes, me cruzo con su nuevo consejero en los largos pasillos.
—Me alegra que estés de vuelta. —dice con tono cortés. Le miro a los ojos, pero no respondo.
—A partir de ahora, será mejor que hables conmigo cuando necesites algo del rey. Ya sabes cómo es, lo ocupado que está. Yo puedo ser magnánimo y cuidarte muy bien en la corte. —Su sonrisa es afilada, como si creyera que me está haciendo un favor.
—Gracias, pero no me interesa. —respondo, dándole la espalda y caminando hacia la salida de la fortaleza. Una que tantas veces defendí por razones equivocadas.
Mi caballo me espera en las cuadras. Lo monto y salgo al trote hacia el valle.
Todo ha cambiado.
⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️
(Esta ilustración es de hace bastante tiempo, pero creo que me viene como anillo al dedo)
Cómo diría un gran amigo:
“Que circo”
Y después del dramatismo, pienso: si fuera un personaje de “Canción de Hielo y Fuego”, probablemente, estaría en el Muro o con la cabeza en una pica (más fácil lo segundo). Sería un bastardo o un Stark y eso no me llevaría por un camino de “rosas”.
Pero aquí seguimos y el mundo sigue girando. ¿No?
Eso me hace recordar, diariamente, porque hago lo que hago (todo). Y seguir evaluando que es lo importante de verdad. Un camino agotador, pero vivir en piloto automático es mucho peor a la larga.
¿Y cómo van tus cosas?
Proyecto Fantasma:
Estoy a dos ilustraciones de terminar la parte que me involucra de este maravilloso proyecto que tantas alegrías me está dando. Cuando me propuse escribir cuentos no podía imaginar, ni de lejos, que llegaría a publicar uno con mis ilustraciones. Es uno de los objetivos del año cumplido (y superando cualquier expectativa que yo tuviera).
Los siguientes pasos ya serían de la editorial. Estoy deseando poder enseñaros algo. 😊
Proyecto Morana:
En las últimas semanas he tenido menos tiempo para dedicarle a Lucía, pero estoy cogiendo ritmo de nuevo. Sigo con la revisión del borrador al 100%, añadiendo matices, cambiando la trama y dejándome enseñar y aconsejar por mi gran profe :)
Siento no poder dar más detalles, pero creo que es pronto para eso.El resto de cosas:
Pues el resto de cosas las paro de momento.
—¿Cómo?
—No es mucho tiempo, creeme. Sólo hasta que acabe “proyecto fantasma” y de un empujón a Morana. Necesito priorizar tras la vuelta a la corte de las comadrejas, digo…
—Shhhh
— Sí, mejor.
Espero que paseis un buen finde.
Un abrazo!
Charlie Marrez
Charlie... Sólo puedo decirte que me ha emocionado y me has tenido en vilo durnate todo el relato. Hacer de una historia de la vida cotidiana esta aventura tan épica... es creatividad pura. Espero que ese tomarse de otra manera las cosas en la corte de las comadrejas te esté ayudando, al menos la forma de narrar estos movimientos de silla, nos regala estos relatos maravillosos.
PD: yo también estuve en un ambiente muy tóxico de trabajo y salí de ahí, tu actitud dice mucho y espero que puedas también salir de allí pronto. Mucho ánimo. A mi me sirvió mucho tomármelo en modo observador, estudiando a modo de experimento sociológico los movimientos de mis jefes y compañeros, dejando fuera toda manifestación de emoción.
Por favor, nuevas entregas de esto. No sé cómo se gestiona el anonimato aquí, pero una saga en esta clave da para mucho. No es que yo te quiera cargar con más proyectos tampoco...